EL CAMINO ESTÁ MARCADO.
Orenga, como a todos los entrenadores, le gusta tener contentos a todos sus jugadores y eso ha pretendido hacer durante la primera fase del europeo.
Su visión general era ir haciendo participar a todos para que no se sintieran unos más importantes que otros. Pero el segundo partido, contra Eslovenia, aprendió y se dio cuenta que siempre han existido y existirán jerarquías. Y además, es bueno que existan.
El primer día de campeonato apostó por un quinteto formado por: Riky, Calde, Rudy, Claver y Marc (donde daba libertad a Calderón para jugarse gran parte de los tiros que solía hacer Navarro) y a partir de ahí rotar con diez jugadores y otros dos "comodines" que ir variando según el día y el rival.
Sin embargo, el partido reseñado contra Eslovenia, quiso variar "mucho" el guión inicial y solo Marc comenzó el segundo partido. Ello alteró mucho el devenir del partido, la puesta en escena y ocasionó la confusión de los jugadores; pues no sabían exactamente cuales seria sus responsabilidades al final del partido. Como consecuencia, las rotaciones fueron más confusas y variaban en tiempo, condicionando que los jugadores no estuvieran igual de enchufados.(Independientemente que el plan de juego fuera el acertado o no).
Esto hizo reflexionar a todo nuestro cuerpo técnico, y desde ese momento se ha vuelto a la propuesta inicial (con alguna pequeña variación en el puesto de cuatro, donde Claver y Aguilar van variando) y de esta manera, los jugadores se han centrado en sus funciones y lo que de ellos se espera en según que fase del partido. Se saben los que suelen salir de inicio y los que dan los recambios, todos están preparados para su momento. Dan minutos de calidad todos. Los primeros porque se sienten importantes y los segundos porque se ven con calidad suficiente de salir y mantener el nivel e incluso si están calientes, Orenga los mantiene en el campo algunos minutos más.
Con esta formula ha conseguido que egos como Rudy y Calde mantengan su estatus en el grupo. Llull ha aceptado ser el primer relevo en la posición de alero e incluso se ve favorecido el día que Sergio Rodríguez no está todo lo acertado que de él se espera. Mumbrú, como buen veterano, ha asimilado el que era su antiguo papel en su anterior etapa (relevo de Rudy y de los cuatros cuando el rival exige de menor embergadura y más rapidez de pies). Y el bueno de San Emeterio, que sigue siendo el undécimo jugador del equipo como ya ocurriera con Scariolo.
Tal vez era de esperar algunos minutos más de descanso para Marc Gasol, pues nos hará falta lo más descansado posible para los cruces y la segunda fase. Pero como Xavi Rey no pone mala cara y acepta jugar 2 u 8 minutos, sin problema en el puesto importante. A ellos hay que sumar a German Gabriel que sabe de su papel para ayudar el día que sea necesario (que no se preveen que sean muchos).
Visto esto, y aprendida la lección del día de Eslovenia, los jugadores saben a qué atenerse. Ahora somos un equipo más estructurado y que ofrece menos dudas que en el arranque o en la preparación, donde todos repartían minutos y no se sabía muy bien por donde iría la organización interna del equipo.
Ahora, táctica y sistemas de juego aparte, ellos (los jugadores) y los aficionados sabemos algo de lo que esperar. Solo falta estén centrados, con el hambre necesario y la pizca de suerte necesaria para jugar correctamente los finales apretados en los días claves.
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