miércoles, 26 de septiembre de 2012

SER ENTRENADOR

DIVERTIDO TRABAJANDO Y SOÑANDO EN EL DESCANSO.

Dicen los grandes amantes del deporte que ser entrenador es UNA FORMA DE VIDA, y para poder afirmarlo hay que haberlo sentido en alguna ocasión, haberlo disfrutado y casi haberlo tenido como medio de vida.

El entrenador, amante de su profesión, de su deporte y de su trabajo, vive pensando en su deporte casi todo el día, y hasta en su periodo de vacaciones disfruta pensando en los planes más inmediatos.

Cuando todo el mundo piensa en disfrutar de sus vacaciones, el entrenador medita como confeccionar su equipo para la próxima temporada, en ¿que jugadores fichar? o en cuales cambiar para mejorar la plantilla de la próxima temporada? No importa tirarse días viendo vídeos de jugadores o analizando tipos de juego para innovar, mejorar o incluso sorprender la campaña que esta por llegar.

Una vez tiene el equipo cerrado, su objetivo es planificar el juego de su equipo, ¿que puede hacer jugar a su equipo para aprovechar las características de sus jugadores? Siempre se lleva una idea bastante amplia de lo que puede desarrollar su equipo como colectivo.

Y una vez metido en pretemporada (cuando la gente sigue disfrutando de sus días de vacaciones) el objetivo  prioritario es UNIR. Unir para que los egos de un amplio grupo de jugadores se pongan a disposición del colectivo y así poder aspirar a conseguir metas mayores. SI, a metas mayores de las inicialmente planteadas, porque todos los entrenadores son partidarios de marcar objetivos moderados y realmente alcanzables porque de esta manera no se generan ilusiones que después pueden llegar a frustración si no se consiguen.


viernes, 21 de septiembre de 2012

LA SOMBRA DEL CIPRÉS ES ALARGADA.

UN BUEN LIBRO.

Vaya por delante que no soy un gran lector y por tanto, no me atrevo a recomendar grandes cosas en este terreno. Aun así, de vez en cuando me gusta navegar en las lecturas del pasado y tratar de desempolvar alguna de las que cuando las leí me agradaron, enseñaron o incluso me marcaron. Viendo de esta manera si lo leído años atrás era tan bueno como yo recuerdo, o simplemente, que por las circunstancias del momento me enseñó algo ahora caído en el olvido.

Pues el motivo de mi escrito no es otro que afianzarme en lo que ya en su día me gusto y ahora me ha dejado un sabor de boca aún mejor. Estoy hablando de un libro que no es nada actual, ni obtuvo grandes reconocimientos o posiblemente pasara por la literatura de puntillas; pero que posee un nivel descriptivo maravilloso (independientemente de que la historia te enganche mas o menos) y unas reflexiones (que desde el carácter doctrinal de su autor: Don Miguel Delibes) que bien desmenuzadas pueden aplicarse a circunstancias de la vida actual y ¿por que no?, pueden incluso ayudar a quien abraza el libro con ganas de sacarle lo bueno de cada obra literaria.