jueves, 9 de febrero de 2012

Los años difíciles.


"Resistir es vencer".

En la vida todos tenemos, hemos tenido o tendremos (ojala no fueran muchos si del futuro hablamos) años mejores y otros peores, pero siempre solemos recordar los buenos anos porque el ser humano no es tonto, y es mejor vivir con un buen recuerdo que con uno malo.

Son esos años difíciles los que cuesta digerir y sacar adelante, bien sea por un despido, por una desilusión laboral, una ruptura sentimental, un mal año deportivo, una enfermedad, una pérdida, etcétera.

Si en el plano sentimental nos centráramos, ¿Quién no ha sufrido algún abandono y se le ha venido el mucho encima? Con el paso del tiempo, todo lo hemos visto de otro color y lo que al principio parecía una hecatombe, después de un tiempo razonable: “hemos conseguido quitarnos de delante el árbol que no nos permitía ver el bosque”.



Si de salud hablamos, las cosas se complican, pero siempre que se sale adelante conseguimos ver todo de otra manera más optimista y seguro hemos aprendido a disfrutar de pequeños detalles de la vida que antes no solíamos ver y ni mucho menos saborear.

Si en el plano deportivo hablamos, no podemos dejar que la perdida de una final o un play off de ascenso (por poner unos ejemplos) enturbien una buena temporada, y finalmente es mas o menos fácil sacar conclusiones positivas, y quedarse con todo el proceso y no con el resultado de una última batalla de la guerra.

Y dentro del plano deportivo, hay un caso que es muy complejo de asimilar, sobrellevar y lograr extraer lo realmente bueno y provechoso. Me estoy refiriendo a esos equipos que por circunstancias deportivas, de lesiones o simplemente porque se está en periodos de transición y no se consigue dar con el nivel adecuado para competir con gente que es mejor. Esos años son realmente muy difíciles de aguantar durante toda la temporada.

He dicho AGUANTAR porque se ve como una losa el tener que entrenar y competir día a día y semana a semana, para llegar al partido de cada fin de semana. La meta (el último partido) no se ve llegar. Pues cuando de “aguantar” hablamos, ya se ha perdido la perspectiva real del juego, que no es otra que disfrutar. SÍ, “disfrutar” por muy difícil que parezca.

No hay que quedarse con el resultado final y si centrarse en el día a día, con la felicidad que reporta juntarte a practicar deporte con quienes quieres y a lo que quieres jugar. Es duro si el fin de semana piensas que es más probable la derrota que la victoria (¿Por qué no pensar en jugar y competir sin más? ¿Cuánta gente querría poder disponer de esa posibilidad y no la tiene?), pero hay que hacerse duro mentalmente y extraer lo que a cada uno hace feliz. Jugar a lo que quieres no deja de ser una meta al alcance de muy pocos, independientemente de que ganes o de que pierdas.

En todos los supuestos descritos, podríamos aplicar una cita de Albert Einstein: ”en los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento”. No creo haga falta decir que para Einstein la crisis seria esos “años difíciles” de los que empezamos hablando, y toca desplegar la IMAGINACION para poder superar cada mal momento y así superar esas derrotas, enfermedades, rupturas, desilusiones,…

Creo es de cobardes dejarse derrotar por la situación en la que nos veamos envueltos, y estoy seguro nos hace mas fuertes y felices si somos capaces de afrontar cada situación que se nos presenta y si además lo superamos, finalmente la sensación de satisfacción es indescriptible y podríamos decir que es uno de esos momentos de felicidad que siempre recordaremos.

Solo quiero dedicárselo a los que alguna vez lo han pasado o lo están pasando mal. No dejéis el desanimo os venza (seréis vencidos por algo que ni siquiera se puede ver).

4 comentarios:

  1. Muy de acuerdo contigo Antonio, también creo que muchas veces perdemos la perspectiva y pensamos que se nos cae el mundo encima ante ligeros reveses de la vida, cuando, si tuviéramos una visión más amplia o no nos miráramos tanto el ombligo, sabríamos dar la importancia justa a las cosas.

    Un problema de hoy en día es que nos enseñan a que si algo cuesta trabajo o "mucho" trabajo, entonces no merece la pena, se fomenta la recompensa inmediata y la poca paciencia, lo queremos todo rápido y ya. Yo lo noto en el día a día del trabajo como entrenador de formación, l@s juagdor@s tienen muy poca paciencia para seguir trabajando aunque no haya resultados visibles, al menos para ellos.

    Lo preocupante viene cuando en ese día a día aprecias que no se está haciendo todo lo que se podría hacer, que no se está desarrollando todo el potencial y no ves la misma implicación que tú tienes (o crees tener, que a nosotros como entrenadores también nos pasa) o que otras personas del equipo tienen, eso es lo que a mí me hace comerme la cabeza a menudo y una de mis mayores preocupaciones cuando llevo un equipo en el ámbito amateur, por supuesto, que es donde yo me muevo. Ves el sacrificio propio (lo cual me importa menos, ya que lo asumo) y el de otras personas en cuanto a tiempo y esfuerzo (lo cual me importa más, porque no puedo asumirlo) para realizar un objetivo común que supuestamente va en beneficio de tod@s y como algunas personas se aprovechan de eso para ell@s aportar menos.

    Esas son la situaciones que a mí, como entrenador, realmente me preocupan. No sé que opinas de esto.

    Un fuerte abrazo desde Madrid, Antonio. Espero que todo vaya bien en tu vida.

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    1. Las cosas que no cuesta conseguir acaban por no valorarse,y lo que no se valora acaba por dejarse de lado y a otra cosa.
      Pienso que es mejor ponerlo difícil aunque por el camino se pueda quedar gente. Mejor poca gente y agradecida que no muchos y que encima alguno sea disonante para un grupo o situación.
      Y en cuanto a la implicación, si se ve que alguien no tiene la implicación necesaria, es que no merece estar en ese colectivo. Es difícil ser entrenador porque la parte inicial y mas difícil es la que no se ve: el convencer (nunca sabes realmente cuanto está calando en el oyente, y sin ese convencimiento lo demás carece de sentido. Finalmente el desanimo invade el grupo y el esfuerzo se reduce hasta convertirlo en un pasatiempo; y si es un pasatiempo no puede traer unido el esfuerzo y ni mucho menos buenas recompensas (ya no digo resultados, los cuales son casi imposibles).
      Y una cosa importante: tener el apoyo inexorable del club o empresa para la que trabajas. Si ademas, no hay un apoyo incondicional, más difícil imposible. Mejor dejarlo.

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  2. Desde luego que cuando una temporada es "mala" en cuanto a resultados se refiere, es complicado salir adelante. Desde mi experiencia, que casualmente ya llevo tres temporadas "malas"; esta en la que estamos todavía, es la más satisfactoria de todas las que me ha tocado entrenar, pues nos planteamos unos objetivos "reales", y aunque los resultados siguen siendo malos, el proceso está mejorando, y la motivación por jugar y competir, todavía no se ha perdido y llevamos 14 partidos (12 p., 2 g.). Es significativo que después de hacer un mal partido, al sábado siguiente (ayer), se haga el mejor de la temporada (perdiendo). Considero que al principio hay que tener los pies en el suelo y realiar una evaluación propia, y saber ¿quiénes somos? al 100 % y ¿donde estamos?; luego podrán pasar cosas que no habíamos pensado, pero si partimos de esa base, en lugar de hacerse "pajas mentales", los malos momento se digerirán mucho mejor.

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    1. Solo te tienes que fijar en un detalle. Si después de cada partido, eres capaz que la gente vaya a entrenar como el primer día de pretemporada, es que algo esta haciendo muy bien. Y si ademas, el siguiente partido es mejor, pese a la derrota, es que los chicos siguen creciendo y creyendo.
      Son síntomas de una gran fuerza mental y predisposición al trabajo.
      No queda mas que seguir y no dejar de que las derrotas pesen mas que el dolor de la derrota.
      Felicidades por tu trabajo, estoy seguro es bueno y a largo plazo dará sus frutos.

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