martes, 31 de enero de 2012

Casimiro, Guill y Olmos: Cesados.


Por desgracia, comenzaron a caer entrenadores.

Era extraño y a la vez una buena noticia, que no destituyeran entrenadores en la liga Endesa. Eso quería decir que todos estaban haciendo un buen trabajo, independientemente de que los resultados fueran los esperados o no.

Sin embargo, ha sido comenzar la segunda vuelta y llegar los nervios de los directivos exigentes, e insatisfechos por las victorias de sus equipos o por el juego desplegado por sus respectivos equipos.

Allá por el mes de Septiembre escribí algo sobre los entrenadores ACB y sus proyectos de comienzo de temporada. Mi esperanza era que alguna temporada acabara sin ceses de entrenadores, aunque eso creo es imposible pues siempre alguien estará insatisfecho o descontento con algo del transcurrir de su equipo.

Y es que el deporte profesional no entiende de romanticismo ni de sentimentalismos. La mejor muestra de ello son los tres entrenadores cesados en apenas quince días. A todos ellos les unía algo más que su vinculación deportiva con su club de trabajo.



A Paco Olmos de nada le ha valido su historia pasada en el club. Nadie valora que en su anterior etapa los llevase a la final de la liga contra el que en su día fuera campeón de Europa y liga. Tampoco ha valido tener mala suerte en forma de lesiones, ni que el equipo marchase bien en la competición europea. Ha pesado mas quedarse fuera de la Copa del Rey. Con él se cumple la máxima de que nunca fueron buenas las segundas partes.

A Luis Guil de nada le ha valido todo lo bueno que se escribió de él durante el pasado verano, ni por el gran trabajo realizado a lo largo de la pasada campaña, ni durante el verano con la selección sub-20. El hecho de que fuera el entrenador del ascenso la pasada campaña ha quedado en el olvido para sus dirigentes, aquellos con los que hace escasos meses era uña y carne; ahora todo eso queda en el olvido y cuando se ponen mal las cosas, a la calle y a traer otro que sea mejor para reflotar el equipo. Aquí se puede ver que el trabajo pasado, pasado está y no sirve para nada en el deporte profesional.

Y Luis Casimiro más de lo mismo. Para los directivos no ha valido de nada pensar que con Luis nunca nadie ha bajado a la liga Leb Oro; y tampoco ha valido de mucho tener un precedente en el club, pues habría que recordar que fue él, quien salvo al equipo hace ya unas temporadas y en una situación muchísimo más critica. Ni tan siquiera le sirvió de nada tener a un gran amigo dentro de la dirección deportiva del club. A fin de cuentas los que mandan son los que pagan y contra ellos y sus voluntades no se puede hacer nada.

Me duelen especialmente las destituciones de ellos porque he tenido la suerte de convivir e intercambiar experiencias con los tres, en diferentes momentos de mi vida deportiva y aunque con Casimiro he llegado a tener la fortuna de trabajar coco con codo; nunca es agradable la experiencia de un cese (el que yo viví lo conseguí asimilar bastante tiempo después) y mucho menos a gente conocida y a la que aprecias porque sabes lo mal que se pasa.

Ahora solo queda esperar que pasen los días, conseguir oxigenar la mente y ver las cosas con perspectiva, hacer un balance que sirva todo lo sucedido (pese a que cada uno de ellos piensa que es injusto) para futuras etapas al frente de otros equipos.

Suerte y ánimo a los tres, pues seguro que más pronto que tarde están entrenando otra vez y seguro se olvida lo acaecido. Pensad que es una gran fortuna poder disfrutar del baloncesto como una forma de vida y es un afortunado todo aquel que consigue hacer lo que quiere para ganarse la vida. Y vosotros lo sois.

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