UN BUEN ESPECTACULO.

TOCA REFLEXIONAR: Por divertido.
La mayoría de los equipos de basket, hoy en día, juegan sistemas largos en los que todos los jugadores se ven implicados en algún momento del desarrollo de los mismos. Los bloqueos son constantes y la rigidez suele ser bastante alta. Solo un pequeño porcentaje de equipos proponen un juego menos rígido y el control es menor en beneficio de la toma de decisiones del jugador, y por tanto de la vistosidad de este deporte tan bonito y atractivo (si se juega sin corchetes ni ataduras) se ve beneficiada.
De esos equipos que se atreven a jugar de una forma más libre y con un menor control por parte de sus técnicos, pudimos ver ayer un buen partido entre San Sebastián y Real Madrid.
A estos dos equipos pudimos verlos jugar con un mayor número de posesiones a campo abierto, jugando contrataques en primera o incluso segunda oleada. Pudiendo incluso romper el inicio del movimiento mandado por su base si un descuido defensivo se produce en la defensa rival.



Si no se producen situaciones de contrataque, tratan de jugar movimientos en los que se implican a dos o tres jugadores (como pueda ser los bloqueos en cabecera para un pequeño, donde se suele bloquear la recuperación defensiva de la ayuda, y desde ahí se saca una ventaja que se trata de explotar al máximo). También es muy común ver alguna salida de bloqueos seriados para los grandes tiradores que ambos equipos tienen, y desde esa ventaja generada se aprovecha el desequilibrio defensivo ocasionado. Igualmente, los interiores no se tienen demasiado miramiento para realizar un gancho o iniciar un movimientos de espaldas al aro si los espacios lo permiten.
Para todo ello, ambos utilizaban la opción del cuatro muy abierto aprovechando que pueden tirar con facilidad. Y unido a ello, lo que más daño hace a todos los equipos en la liga Endesa, los pick centrales (bien con el cuatro o bien con el cinco). Si los juegan con el cuatro, suelen continuar abiertos para que estos puedan lanzar de tres o echar el balón al suelo y ampliar la ventaja sobre la recuperación defensiva. Si los juegan con el cinco, las continuaciones suelen ser hacia dentro y con el cuatro en transito (generalmente buscando las esquinas) para que se dificulte la ayuda interior sobre la continuación del cinco.
En ese juego de generar rápido para poder lanzar rápido, además de salir beneficiado el espectador, pues se ven más tiros y más posesiones, también salen beneficiados los jugadores, pues disfrutan más y están menos encorsetados. ¿Quiénes son los perjudicados? Pues los entrenadores, ya que tienen menor control de las situaciones, los riesgos son mayores y de no salir bien la propuesta con unos resultados adecuados, se suelen ver en la calle antes de tiempo.
En este sentido, no olvidemos que San Sebastián comenzó la liga con un 0-4 en el casillero de victorias-derrotas, y de no haber acompañado los resultados posteriormente, o de haberse puesto nerviosos los directivos, ahora estaría en la calle el bueno de Sito, y su lugar estaría ocupado por otro, que probablemente hubiera ido a amarrar para salvar la situación y el cuello.
Finalmente, centrándonos en el partido de ayer, hubo dos detalles que acabaron decantando la balanza del lado vasco. Una, el acierto final de Sito Alonso de atreverse a jugar con Sergi Vidal de cuatro ante la descalificación de Panko (el Madrid no supo castigar esa desventaja y sacó más rendimiento el equipo que arriesgo por sorpresivo). Otra, el bajo rendimiento del Madrid cuando Sergio Rodríguez comanda la nave blanca (el rendimiento de su equipo baja mucho y ocasiona a sus compañeros unas constantes ayudas que realizar por los agujeros que le hacen sus atacantes ¿Quién fue el mvp del partido? No hace falta contestar: Javi salgado, quien recorría la zona blanca sin que le cerrarse los caminos al aro en ninguna ocasión. Aunque de vez en cuando ejecuta algún pase maravilloso, o meta alguna canasta, se debería mirar el Madrid el balance de mas-menos con este chico en pista.
Felicidades a ambos y seguir confiando en la valentía de los entrenadores, aunque para ello deben contar con el acierto (y el talento ) de sus jugadores.