lunes, 21 de noviembre de 2011

La crisis en el baloncesto.


Que se hagan cargo los que mandan en las federaciones (entre otros).

Dentro de la gran vorágine económica que vive el país, con los recortes realizados y los que se avecinan (esperemos que por el bien de todos), unos grandes damnificados por la crisis son los equipos deportivos. Empezando por los grandes de cada competición y acabando por los más pequeños y de competiciones autonómicas o regionales.

Si bien los grandes tienen dificultades para ajustar sus presupuestos (dentro de los recortes que tienen que hacer para pagar los sueldos), unos grandes perjudicados son los equipos de abajo. Y serán los pequeños deportistas los que sufrirán para poder disputar las competiciones a las que estaban acostumbrados.

Estos equipos se sufragaban en gran parte por las ayudas de instituciones en su gran mayoría (ayuntamientos, diputaciones, junta de comunidades…). Y ahora que no hay dinero en los organismos de cada ciudad, se les recorta a los equipos o asociaciones deportivas, con lo que si los gastos siguen siendo los mismos de temporadas anteriores, pues difícilmente podrán terminar las temporadas.



Con todo esto, me llega la información de varios equipos de diferentes regiones de España donde a estas alturas de temporada (aun no se ha llegado a un tercio de la misma) ya se plantean dejar la competición al llegar el año nuevo (y la explicación es sencillísima: los ayuntamientos no les abonan las cantidades prometidas y por tanto no tienen dinero para pagar los desplazamientos ni los arbitrajes (ni pensar que puedan cobrar ninguno de sus miembros)).

Y yo me pregunto ¿Por qué no bajan las correspondientes federaciones territoriales las cuotas de arbitrajes, o los costes de las licencias? Imagino que no querrán reducir ingresos para no reducir sueldos o dietas, pero seguro que no querrán verse con competiciones deterioradas porque equipos de esta u otra competición o categoría abandona a mitad de temporada (Seria lamentable que prefirieran esta opción, y diria muy poco de ellos). Seguro que los árbitros que dirigen partidos los fines de semana, si que cobran. ¿Por qué no ayudar a que los deportistas de cada localidad puedan seguir jugando “por amor al arte” mientras ellos siguen cobrando, aunque sea un poquito menos? Y ¿no podrían llevar y dirigir cada federación un menor número de empleados todo el trabajo, o en su defecto cobrar algo menos por el bien de las competiciones?

Seguro que todo esto suena injusto, pero ¿acaso no es más injusto que los junior de cualquier localidad se queden sin jugar porque ya no entran en competiciones escolares y su ayuntamiento no les puede pagar lo que hasta ahora era “casi gratuito”?

Igualmente, es muy probable que el deporte, de ahora en adelante cueste dinero a la población que quiera practicarlo (por triste que sea o parezca). Pero tal vez sea más fácil que no se pierdan muchos adictos a cada modalidad deportiva, si se les reducen los costes (no es lo mismo que a un chaval le cueste doscientos que cuatrocientos; por poner un ejemplo) y ven que cada parte implicada pone un poquito de su parte.

Para terminar, expresar que mi única finalidad con esta reflexión en voz alta, no es otra que hacer ver que cada órgano, equipo, jugador, institución,… ponga un poco de su parte y se regule de la mejor forma posible por el bien de la sociedad, pues es bueno que los más pequeños sigan viendo deporte en su localidad y no pierdan la motivación por ir al pabellón o polideportivo para jugar a lo que más les gusta. Y de paso, no están en otras actividades, que seguro no son más productivas y posiblemente más costosas a largo plazo.

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