sábado, 22 de diciembre de 2012

"EL SEGUNDO CAMINO DE LA VIDA"


TIEMPOS DE ... REFLEXIONAR, AÑORAR Y DIVERTIRSE.

Llegadas estas fechas, el espíritu navideño nos invades(auqnue algunos se empeñen en verlo como algo negativo porque piensan en las cosas que ya no estan en lugar de las que si de encuentran con nosotros), y aunque no sabemos "exactamente" que es eso del espíritu navideño, algo nos recorre por dentro y nos hace reflexionar sobre lo que tenemos y no tenemos, sobre los que hemos conseguido y lo que no pudimos alcanzar, sobre lo que dejamos atrás y sobre lo que nos ocupa ahora, sobre lo que no tenemos y lo que sí podríamos tener y sobre lo que nos hace felices y sobre lo que nos atormenta o no nos deja totalmente satisfechos.

Es curioso, cómo en la vida debemos ir escogiendo continuamente caminos que nos llevan a donde queremos ir, o hacia donde el "destino nos tiene marcado". Igualmente es curioso, cómo nuestras propias decisiones nos dejan más o menos satisfechos con nuestra labor, vida o quehacer diario.



Querría unir a esto una frase célebre de Jean Paul Sartre que dice: "Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace". Y esto es vital si queremos lograr un alto grado de felicidad en nuestra "corta vida". Si no somos capaces de abrazar nuestra vida y todo lo que nos rodea, habrá algo que nos impedirá ser totalmente felices y residir en un continuo estado de infelicidad. Es imprescindible mirar hacia delante y dejar atrás lo que dejamos en el pasado, olvidarnos de lo que quisimos conseguir y no conseguimos, aparcar a los que ya no están a nuestro lado y sí a los que ahora comparten su tiempo y vida con nosotros, y sobre todo, hay que ser capaz de buscar dentro de uno mismo y encontrar ilusiones y objetivos que iluminen el caminar por la vida.

Todo esto cobra sentido y lo ilustramos con lo que yo suelo llamar: "el segundo camino de la vida". Ese camino es diametralmente opuesto a lo que es tradicional cuando se es "joven y libre de ataduras", esto es, cuando no tenemos obligaciones más importantes que nuestra voluntad y la única dirección en la vida es ir hacia donde uno se inicio en la vida, creció e hizo amigos: en definitiva, donde tiene la familia.

Pero el segundo camino se inicia cuando pasas a mirar por tus obligaciones laborales, familiares y cuando algún hijo marca tus preferencias y coacciona tus libertades. Son los hijos (por pequeños que sean) los que condicionan lo que debes hacer, (te guste o no) lo que tienes que hacer (te guste o no) y lo que puedes hacer.

En ese momento, ya no hay más voluntad que la de la obligación, el sentido de la responsabilidad y la felicidad del ser (o seres) querido. Tu felicidad es su felicidad, y tu bienestar es su bienestar.

Y este segundo camino se ve más claramente en este tiempo "navideño", de familia, donde antes no existía ese segundo camino, la única dirección era la de tu familia originaria. Ahora, ya no es cuestión de mirar solamente hacia ese camino, también se debe mirar el otro (segundo) camino, pues ese camino te muestra como algún día tu seras la razón de que tus propios hijos tengan dos caminos y se deban plantear entre lo que les apetece hacer y lo que deben hacer, entre lo que es bueno y lo que es recomendable bueno y entre lo que te (os) hace feliz o lo que les hace felices.

Sea la que sea la decisión de cada uno, lo importante es caminar con un saco lleno de ilusión y esperanza.

Ilusión porque, sino vuelves a recuperar cosas importantes de tus costumbres o tradiciones, sí que por lo menos, te llenen de satisfacciones venideras en un futuro.

Y esperanza de que algún día, el nuevo camino te reporte las mismas alegrías que te llevaban a ese primer lugar del camino originario. O que como dice el dicho, "todos los caminos conducen a Roma" y finalmente consigues reunir y disfrutar de cosas del pasado y del presente: pero en un futuro.

Feliz Navidad, vayáis por el camino que vayáis.

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