sábado, 30 de junio de 2012

ETAPAS

TODO TIENE CICLOS DE LA VIDA.

En la vida vamos superando etapas y ciclos, unas veces en el terreno personal, otras en el sentimental y otras en el plano profesional y familiar.
Estas etapas las vamos superando a base de tomar decisiones, o bien a base de superar circunstancias que nos vienen impuestas por el destino. Pero también las hay, que son producto de nuestras propias decisiones.

Decisiones que nos vemos obligados a tomar basándonos en la razón o en el sentimiento. Es realmente difícil tomar las decisiones sin tener en cuenta a la razón. Solo los más valientes (o tal vez debería decir los más osados) son capaces de obviar a la razón y basarse solo en los sentimientos. ¿Son estos más felices? Eso depende de las consecuencias y del grado de consecución de lo alcanzado con cada decisión tomada.

Recientemente he tenido que tomar la decisión de cambiar de colegio. Y aquí se hallaba la tesitura de hacer caso al corazón o a la razón. Y ha sido esta última la que me ha llevado a cambiar de centro educativo para el próximo curso escolar. ¿Ello me hará más feliz? El tiempo lo dirá. A día de hoy, el sentimiento es de perdida por todo lo bueno que dejas atrás.Compañeros, compañeros convertidos en amigos, experiencias, directivos y directivos también convertidos en amigos, muchos alumnos, y sobre todo una vivencia asociada a un lugar al que siempre me sentiré unido.



Allí he tenido la suerte de trabajar durante seis buenos cursos (en infantil y en primaria). Los ha habido buenos y no tan buenos. Lo que marca el signo positivo o negativo para nada tiene que ver con los alumnos que tenemos en cada clase (aunque algo puede influir). Eso lo marcan las dificultades encontradas a lo largo del curso y las relaciones interpersonales que en un centro educativo se desarrollan, crecen o se deterioran. Han habido años en los que la comunidad educativa es menos egoísta y de verdad, pone todo su profesionalismo al servicio de la educación. Pero también hay otros años en los que (por desgracia), los seres humanos nos volvemos muy egoístas y nos empeñamos en conseguir disputas personales por el mero hecho de no dar nuestro brazo a torcer. Y los principales perjudicados son los compañeros de trabajo, porque el ambiente se enrarece y las reuniones se hacen insufribles. Los acuerdos son casi imposibles de tomar y las conversaciones se vuelven reproches constantes.

Esto, para desgracia de la convivencia de los profesionales de la enseñanza. Nunca deberíamos dejar que ocurriera. Deberíamos ocuparnos únicamente de impartir las clases lo mejor que sabemos y cumplir con unos objetivos curriculares que solo tienen como finalidad mejorar el aprendizaje de nuestros alumnos.

Visto desde fuera, la única dificultad del maestro debería estribar en ser capaz de enseñar y reconducir a aquellos alumnos con ciertas dificultades de aprendizaje. SI ESO FUERA ASÍ, LA ENSEÑANZA SERÍA MARAVILLOSA.

Por desgracia, nos enzarzamos en conseguir cosas irrelevantes como tener más o menos horas libres al día que el compañero, más o menos horas de patio, nos fijamos en aquellos que no les gusta realmente dar clase y se tiran gran parte del día en el pasillo conversando con otros semejantes y cotilleando, existen aquellos que hacen trampas por conseguir cualquier mínima cosa o trato de favor, los hay que no son cumplidores con sus obligaciones reales, existen aquellos que se creen maravillosos profesores y realmente nunca hacen autocrítica. Y POR SUPUESTO, también hay auténticos profesionales, que su única finalidad es educar e impartir sus clases correctamente, dando cariño y trasmitiendo valores a los que más los necesitan.

Gracias a haber comprobado que existen todos estos casos (unos afortunadamente y otros por desgracia), puedo decir que he terminado mi periodo de practicas en el CEIP. CAMPOHERMOSO. Las prácticas REALES como funcionario ya estaban realizadas anteriormente, pero ha sido aquí donde a base de alegrías y disgustos, aprendizajes y engaños, buenos y malos ejemplos, buenos y no tan buenos compañer@s a los largo de estos seis años, puedo decir que me he desarrollado para seguir siendo un poco mejor profesor. Espero no perder nunca de vista esta perspectiva para evitar acomodarme y dejar de progresar en esta profesión que debería estar mejor reconocida, valorada y pagada.

Por último, quiero agradecer a los miembros del equipo directivo, a los empleados del colegio como cocineros y conserje, y en especial a los compañeros que he tenido en esta etapa importante de mi vida profesional su ayuda, ejemplo y amistad, porque sin ellos nada hubiera sido igual. Y me acuerdo de todos, no solo de los buenos o de los que he tenido más cerca, sino también de los más alejados, porque sin ellos no valoraría igualmente los buenos ejemplos.

Me marcho con la inseguridad de saber si habré hecho lo correcto, pero con la conciencia tranquila de haber trabajado (desde mi punto de vista) honestamente y con profesionalidad. No tengo, la sensación de perdida, pues a aquellos que realmente quiero y valoro como buenos amigos y profesionales estoy seguro de poder seguir contando con ellos pues la vida fuera del colegio también existe. Y existe realmente la buena amistad y las relaciones que realmente vale la pena mantener.

Un abrazo a todos y que seáis felices. Muchas gracias.

1 comentario:

  1. Saludos Antonio, y lo primero agradecer las palabras que dedicas a los que te hemos acompañado estos años, independientepende del grupo en el que nos encontremos, yo estoy seguro de haber pasado por muchas de esas percepciones que tu tienes de tu realidad educativa y de corazón te digo, que te deseo lo mejor, como siempre acostumbro a desearle a todo el mundo, independientemente de la realidad a la que pertenecen, pero a tí, y ahora, de manera especial porque noté en tus ojos el día de tu "despedida" una complicidad,un sentimiento y una nostalgia de tiempos pasados, producto seguramente de una buena y verdadera relación entre ambos.
    De el último abrazo al siguiente no tiene porque existir diferencia, como tampoco noté diferencia del primero al último que nos hemos dado.
    Me alegra mucho ver que escribes y disfrutas con ello, y me alegra mucho, aunque casi nadie de los aludidos en tu prosa estén seguros de lo que voy a decir, me alegra profundamente pertenecer a esta profesión y por la única razón de pertenecer...de ser maestro, que en definitiva no es más que ser un gran aprendiz...como tú dices entre lineas.
    Lo mejor para tí y espero que de tus propias palabras surjan los mejores pensamientos.
    LUIS GUZMÁN RODRÍGUEZ

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