domingo, 15 de enero de 2012

BLANCOS DE RUEDA VALLADOLID.


El colista (hasta la fecha: ¿se salvará?)

De entre las sugerencias que recibo para escribir sobre diversos temas, hay una que suelo declinar por lo mucho que podría escribir sobre él y sus enseñanzas de mis años compartidos con él. El personaje en cuestión no es otro que el bueno de Luis Casimiro. (Ello merece una gran ocasión y esta no ha llegado aún). Para tratar de dar gusto a esa gente, se me ocurre escribir sobre su actual equipo).

No lo había hecho antes porque no había tenido la posibilidad de verlo jugar hasta ayer. Partido de Teledeporte contra el GBB (Bilbao basket).

El partido estaba marchando por los derroteros programados por el equipo de Pucela, hasta que surgió la descalificación de Katsikaris. Eso encendió al equipo vasco y despertó de su apatía a los buenos jugadores del equipo de negro, fue la nota que desestabilizo el partido e hizo decantarlo del lado visitante.

Fue en ese momento donde empezaron a salir a relucir las muchas carencias del equipo de Valladolid. Equipo que hay que decir, ha cambiado mucho desde principios de temporada para tratar de revertir la situación negativa de resultados en que se encuentra. Se han realizado tres buenos fichajes que pueden paliar algunas de sus carencias y modificar la estructura del equipo.



Los dos cincos fichados son de calidad (tanto Curtis Bouchard como Edu Hernández Sonseca son buenos resortes para la pintura, y en especial Curtis que puede generar mucho para sus compañeros si acabara poniéndose en forma; Por otro lado, Samo Udrich en la posición de 2 y para ayudar de base pues el relevo de Dumas debe dar minutos de relevo de calidad, y ayer precisamente no fueron de gran nivel).

El juego de Valladolid es lo que se podía esperar de un equipo dirigido por Casimiro, es decir, un equipo ordenado, que trata de tener equilibrio entre el interior y el exterior y que utiliza el bloqueo directo como herramienta generadora de juego. En defensa trata de tomar pocos riesgos y en situaciones de bloqueo directo contienen protegiendo hasta que pasa el pequeño, y tratan de aguantar los 1x1 en las posiciones interiores (porque sus grandes tienen fuerza e intimidación para ello).

Una cosa es la propuesta de su entrenador y otra lo que tienes para ejecutarlo. Me voy a tratar de explicar.

Desde fuera y desde el desconociendo que tengo de esos jugadores (pues reconozco solo haberlos visto jugar un partido), transmiten una falta de carácter en la gran mayoría de ellos, y si a ello le unimos que parece faltar la figura de un líder claro en el vestuario, pues cuando se ponen las cosas en contra (como es el caso del partido contra Bilbao), se bajan los brazos y falta el arreón que hay que dar desde dentro del grupo a un equipo necesitado de orgullo para sacar adelante una situación como la que tiene el equipo.

Prueba de ello están los casi tres minutos finales en los que se veía que no creían los jugadores en la posibilidad de remontar. Por ello tuvo que recurrir su entrenador a una zona encubierta que es del gusto de Casimiro. Los jugadores no eran capaces de morir por negar líneas de pase, de apretar al balon sin ser sobrepasados, ni de tener la tensión suficiente para luchar por cada rebote o balón que cae en zona de nadie. Si a ello le unimos que no son grandes pegadores o dicho de otra forma, que no les gusta el cuerpo a cuerpo en defensa y como producto de ello se traduce en falta de agresividad y escasa voluntad por recuperar cada desventaja en los 1x1.

Pero lo que más me llamo la atención es que son jugadores a los que no parece gustarles demasiado la posilidad de pasarse la pelota y buscar opciones de pase extra, que seguro que están hartos de escuchar en los entrenamientos. Durante la primera parte, mientras las cosas iban bien dadas, el equipo anotaba los tiros librados que generaban como consecuencia de los movimientos bien ejecutados que realizan, pero casi siempre en primeras o segundas opciones, no generando esos pases extra a los que antes aludía.

En mi humilde opinión, todo pasa porque el bueno de Luis consiga redistribuir galones en el equipo y que gente como Curtis empiece cuanto antes a ser el líder dentro de la pista. Que sea el generador de juego que se le presupone y alcance su nivel a la mayor brevedad posible. Igualmente es importante que Samo ejecute buenas lecturas del juego propuesto y pueda dar minutos de recambio en la posición de 1 (la de 2 se le presupone) por si Ricardo Uriz no esta acertado como en el partido contra Bilbao. Y no puedo olvidar la necesidad de mejora de Herve Toure, mejora dentro del juego colectivo del equipo, pues lee muy mal el juego y ayuda muy poco con sus locuras en los tiros finales (tiempo ha tenido de coger confianza con la situación de “especial” que utilizan para él en instantes de final de posesión. Tal vez ahora esas situaciones deban pasar por otras manos y no darle tanta importancia, pues a tenor de lo visto ayer, no merece ser el ejecutor de esos tiros y por tanto, quien condene a su equipo). (Hubo un claro ejemplo, en uno de los escasos balones interiores que dieron al poste bajo a Curtis en el ultimo cuarto, donde debía haber caído al lado contrario para dejar libre el eje de la pista a su compañero, y ni con estas, él abierto con la escopeta cargada y sin jugar la espalda de su compañero. Eso de “jugar para el compañero”, me parece no sabe muy bien lo que es).

Con todo y con esto, por muy mal que parece visto desde fuera, el equipo debe ser optimista, pues hay motivos y argumentos para ello:
• No esta descolgado de los equipos que se salvan. Queda la mitad de la liga, más una jornada de la primera.
• Tiempo hay de mejorar y de coger confianza, pero para ello todos deben dar un paso al frente (dejar de regalar cosas como ayer), sacar lo mejor de cada uno, empezando por el ultimo del banquillo (donde no vale resoplar, sino animar a los que están en la pista (y alguno se vio ayer de soplar y echarse las manos a la cabeza)).
• Casimiro (al que se vio un poco abatido en el tramo final) nunca ha bajado de categoría con ninguno de sus equipos, y esta temporada no debe ser la primera; ahora sí, deberá estrujarse la cabeza para conseguir cambiar malas rutinas y aportar los recursos que no parecen tener algunos de sus jugadores. Su creencia de dejar hacer a los jugadores y que sean ellos los que lean y decidan en las situaciones de juego, tendrá que variar con según quienes estén en pista.

Es duro ser colista de cualquier liga, pero debe ser una gran satisfacción ver que eres capaz de remar, mejorar y salvarte en el último suspiro, pero para ello, hay que ser muy “duro mentalmente”, aspecto por el que deben empezar a trabajar para poder conseguir todos los demás. Suerte a Valladolid y a toda su gente.

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